IMG: Santiago Hafford – La Nación.

Greta Lapistoy

Nací en La Plata el 20 de agosto de 1976. Fui en la primaria al colegio Sagrada Familia y en la secundaria al Normal Nacional Nº 1, Mary O. Graham. A los veinte años me mudé, a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en busca de un mejor trabajo que me ayudara a pagar la deuda que me dejó un negocio fallido. Fui madre en 1998, a menos de un mes de mi cumpleaños número 22. Con el cambio de siglo volvimos a mi ciudad natal donde actualmente resido.

Me recibí de Licenciada en Relaciones Públicas, luego de haber obtenido el título de Técnica Superior en Ceremonial y Relaciones Públicas. En todos esos años seguí capacitándome con Cursos, Jornadas y Seminarios según el ámbito laboral en el que me desempeñara.

En mi adolescencia animaba fiestas infantiles y trabajaba como bartender en la matiné del Teatro Bar, un boliche bailable icono de los 90. Fui empleada de comercio, camarera, bartender, organizadora de eventos, administrativa, recepcionista, entre otras cosas. Trabajar en distintos comercios, en gastronomía (Filo-Asia de Cuba- María Fulo-Chandon Bar) y en sanidad me dejaron muchas enseñanzas. En el 2008 ingresé como recepcionista y al año siguiente comencé a desempeñarme como secretaria privada de la Presidencia, en un histórico gremio bonaerense, donde aún trabajo. Una vez recibida, en el 2016 comencé como Ayudante de Cátedra, hasta llegar a ser, en la actualidad, Jefa de Trabajos Prácticos en la materia “Comunicación Política y Gubernamental”, en la carrera de Relaciones Públicas, en una universidad privada.

Todo lo hice mientras criaba a Greta Emma quien, al terminar el secundario, se mudó a C.A.B.A pero ella en busca de su sueño. Mientras tanto también cuidaba de Lala, quien supo ser la hermana felina de mi hija durante 20 años y de Olaf, el perro preferido de mi abuela Carmen, con quien viví 16 años.
La pandemia me trajo un par de gatas y gatos a mi vida, que duermen en casa pero me engañan con otra dueña.

Junto a Hugo, mi pareja, comencé escribiendo un artículo de opinión llamado “Como Adán y Eva” en “El Nuevo Heraldo”, un periódico chavense, aunque mi pasión por escribir se despertó en la adolescencia.

En el año 2005 sufrí un episodio que me llevó a ser diagnosticada con un Desorden/Trastorno Bipolar y desde entonces sentí el deseo de transmitir mi experiencia.

Hoy me animé a publicar mi primera novela para intentar desmitificar el concepto de bipolaridad que existe en el imaginario social. Y ante todo que la gente comprenda que soy Greta, mamá, hija, nieta, hermana, pareja, empleada, Licenciada, amiga, tía, sobrina, inquieta, curiosa, solidaria, mal humorada (a veces) y muchas cosas más pero que no soy bipolar, simplemente tengo un diagnóstico de bipolaridad.